Pesadilla en Sigfridsvägen

Al final conseguimos nuevas habitaciones, solo que no son exactamente lo que esperabamos.

A mi me ha tocado venir a Sigfridsvägen, un apartado edificio entre la ciudad y el campus, a orillas del lago. No parecía sobre el papel una mala opción, sin embargo la realidad es bien distinta.

Hemos llegado a las cinco de la tarde, noche cerrada en Suecia, y hemos entrado en lo que, según nos ha contado el taxista, fué un antiguo hospital psiquiátrico, ahora reconvertido a cutre residencia de estudiantes.

La mejor palabra para describir el edificio es "escalofriante". Básicamente tiene dos alas enormes con numerosas puertas a ambos lados. Exploramos el edificio, esperando encontrar algún signo de vida inteligente, y me acerqué a una habitación, que probablemente sería el salón común, donde había luz y sonido... pero solo encontramos una sala vacia y la televisión encendida...

Mi habitación no es diferente al resto de edificio, en la cama puedes encontrar un trozo de gomaespuma que hace las veces de cochón, y las viejas ventanas de madera tienen trozos de esparadrapo por todos lados, probablemente para evitar que entre el aire helado del exterior. Las paredes estan decoradas con papel pintado, que no hace sino acentuar la sensación de escalofrío al entrar por primera vez...

Mañana pondre fotos, que ahora está muy oscuro todo