28/1/09

Mi no entender...


Aprovecho estos días tranquilos para contaros cuáriosidades sobre el pueblo nórdico

Algunas ya las he mencionado de pasada, como lo de quitarte los zapatos al entrar en cualquier casa. Yo no se exactamente el porqué pero tengo mi propia teoria acerca de ello: Aqui, aunque nieva poco, si que se forman por las noches pequeñas placas de hielo que erosionan el suelo, provocando que las calles esten llenas de pequeñas piedrecitas.
A los pocos días de instalarme en mi habitación comprobé que el suelo estaba llenísimo de polvo y suciedad, demasiada para ser normal, y probablemente sea debido a que yo no estoy habituado a esta práctica, que despues de una semana teniendo que barrer el suelo a diario, la he llegado a aprender y dominar.

Y es que en las cosas cotidianas encuentras los mejores detalles. En el supermercado, resulta sorprendente que dediquen tantísimo espacio a salchichas y quesos, con pasillos enteros dedicados a estos productos, y a la vez sea tan complicado encontrar ese tipo de cosas básicas en nuestra dieta, como pescado fresco o unos simples filetes de pollo...

También resulta interesante la cara que ponen los suecos cuando les dices que quieres azucar en el café. Ellos siempre lo toman tal cual, a ser posible café solo, y sin ningún añadido. Por suerte estan acostumbrados a los bárbaros extrangeros chupasangres, y suelen dejar en algún rinconcito del bar un azucarero para que te sirvas si quieres.

Seguramente me olvido de un par de cosas que también queria comentar, pero bueno, habrá muchos mas días como hoy, en las que he dedicado gran parte del día a preparar un debate en ingles sobre el presidente de Francia, el querido Nicolás Sarkozy.

Un saludo desde donde el sol no brilla.

1 comentario:

La mirada del mono dorado dijo...

bueno, quizás debas sacarle utilidad a tanta salchicha...

Podrías hacerte una mesita de noche, o quizas una estanteria de salchichas, o una bicicleta de quesos.

Piensa en ello.